El mejor aperitivo navideño que se podía ofrecer a todos los futboleros. El 18 de diciembre fue el día elegido por ambos clubes para la disputa de este partido, habiéndose debido disputar en Octubre, pero que por razones políticas que no vamos a entrar a valorar, no pudo ser.
El miércoles se antojaba interesante desde primera hora de la mañana, no sólo por lo futbolístico. Varias asociaciones independentistas convocaban a través de las redes sociales a la multitud a acudir prematuramente a las puertas del estadio azulgrana, pero finalmente la jornada se desarrolló sin mayores problemas.
Volviendo a lo que nos interesa, Barcelona y Real Madrid llegaron en una situación idílica para aquellos que aman el fútbol. Ambos con 36 puntos, en lo más alto de la tabla y con una buena dinámica de partidos. El Barcelona, con la motivación de ir primero por la diferencia de goles; el equipo blanco tenía el aliciente de una racha de 11 partidos sin perder.
A las 20:00 daba comienzo el mejor partido de fútbol del planeta. Millones de personas aguardaban detrás de las pantallas lo que sin duda sería un Clásico diferente. Por primera vez en 17 años, el marcador no se movería. Un 0-0 engañoso, ya que sobre todo el equipo de Zidane pudo haber decantado la balanza en varias ocasiones a lo largo del partido.
Menguaba la primera mitad cuando una plantilla de Lenglet a Varane en un saque de esquina que el francés protestó (con razón), sembró la primera polémica del partido. La segunda llegaría inmediatamente, tras un agarrón de Rakitic de nuevo a Rafael Varane, que pasó totalmente inadvertido tanto para el colegiado como para el VAR.
El miércoles se antojaba interesante desde primera hora de la mañana, no sólo por lo futbolístico. Varias asociaciones independentistas convocaban a través de las redes sociales a la multitud a acudir prematuramente a las puertas del estadio azulgrana, pero finalmente la jornada se desarrolló sin mayores problemas.
Volviendo a lo que nos interesa, Barcelona y Real Madrid llegaron en una situación idílica para aquellos que aman el fútbol. Ambos con 36 puntos, en lo más alto de la tabla y con una buena dinámica de partidos. El Barcelona, con la motivación de ir primero por la diferencia de goles; el equipo blanco tenía el aliciente de una racha de 11 partidos sin perder.
A las 20:00 daba comienzo el mejor partido de fútbol del planeta. Millones de personas aguardaban detrás de las pantallas lo que sin duda sería un Clásico diferente. Por primera vez en 17 años, el marcador no se movería. Un 0-0 engañoso, ya que sobre todo el equipo de Zidane pudo haber decantado la balanza en varias ocasiones a lo largo del partido.
Menguaba la primera mitad cuando una plantilla de Lenglet a Varane en un saque de esquina que el francés protestó (con razón), sembró la primera polémica del partido. La segunda llegaría inmediatamente, tras un agarrón de Rakitic de nuevo a Rafael Varane, que pasó totalmente inadvertido tanto para el colegiado como para el VAR.
Llegó el descanso con un Real Madrid muy superior, dando una lección táctica magistral ante un paupérrimo y desconcertado Barcelona, incapaz de crear peligro a la portería de Courtois.
Un descanso que no sirvió de mucho, ya que la segunda mitad tuvo la misma dinámica. Un Madrid apabullante al que sólo le faltó el gol ante un Barça que necesitaba la aparición de su estrella, Leo Messi, el cual no acababa de encontrarse.
Valverde, desorientado a la búsqueda de soluciones y con Busquets en el banquillo, terminó de sacrificar la posesión retirando del terreno de juego a Rakitic, cediendo su puesto a Arturo Vidal.
Pasaban los minutos y el marcador seguía inmóvil, pudiéndolo haber inaugurado el equipo blanco en incontables ocasiones. Así se llegaría al final del partido, con un 0-0 que dejó insatisfecho y sorprendido a muchos, ya que este resultado no se daba desde el 23 de noviembre de 2002, con Zidane en el campo como jugador.
A pesar de esto, el Real Madrid salió más reforzado anímicamente que nunca de un estadio al que acudía bajo la tremenda tensión política, causada en mayor medida por algunos medios de información que por el contexto que rodeaba al partido.
Reparto de equipos entre blaugranas y merengues que sitúa esta Liga Santander como la más ajustada desde hace años.
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